Os comparto un gran descubrimiento, tras 16 años como atleta de alto nivel: el papel clave de una mente serena en el momento del máximo esfuerzo. Cuando la fatiga física extrema llega a convivir con la plena relajación mental. Fluye entonces la energía en el gesto deportivo y sale el mejor rendimiento.
Desde el equilibrio postural llega la armonía muscular y la economía en cada movimiento cotidiano de nuestra vida, nuestro trabajo o nuestro deporte.
Y sin llegar a estos niveles de alto esfuerzo físico, ¿cómo podemos transferir ese equilibrio postural a nuestro día a día, e incorporalo como hábito?
La empresa TIruña apuesta por ello y ofrece a sus trabajadores un Punto de Encuentro Saludable bajo el título: Reordena y entrena tu postura.
El programa consta de dos sesiones de 2 horas y se desarrolla en una sala de reuniones que por un día se convierte en un genial mini-gimnasio. Los grupos son de 10 personas.
Y empezamos por plantearnos el ¿para qué del ejercicio o el deporte?, ¿qué nos aporta? ¿qué sentido tiene en nuestra vida?.
Llegamos a la conclusión de que el ejercicio nos aporta un estado de ánimo positivo que a su vez nos lleva a reducir el estrés, dormir mejor, organizar mejor el tiempo, ser más disciplinado, aumentar atención y memoria, ganar autoconfianza, mejorar imagen corporal, reducir dolores de espalda, mantener el peso corporal…
Y dentro de nuestro tiempo diario dedicado al ejercicio o a nuestro cuerpo, ¿cómo podemos integrar pequeñas rutinas posturales que nos lleven hacia esos estados de ánimo más positivos?. Y comenzamos a practicar, siguiendo 4 pasos:
1º.-.Tomar conciencia de la propia postura y aprender a identificar tensiones y/o desequilibrios a partir de conectar con la respiración y sentir.
2º.- Aprender a centrar la atención plena en la respiración mientras realizamos cada uno de los ejercicios posturales.
3º.-Practicar cada día rutinas para chequear postura y reajustar.
4º. Practicar cada día rutinas para fortalecer y estirar las zonas del cuerpo que más lo necesitan. Se trata de escuchar al cuerpo cuando nos diga: “por favor estírame, muéveme.” Y hacerle caso
Son 4-5 minutos para conectar la respiración con el movimiento y la postura y sentir como el cuerpo libera tensiones.
Tras la sesión sentimos más repartido el apoyo de los pies en el suelo, nuestros hombros abiertos y relajados, nuestra coronilla se eleva al cielo. Y la sonrisa fluye, y con ella ese estado de ánimo positivo para trabajar y vivir mejor.
Gracias a T Iruña por darme esta oportunidad y a los asistentes por vuestra implicación y vuestras sonrisas. Seguimos trabajando.
#empresasaludable #bienestar #motivación
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