Y….. hecho!!!
Fui con la liebre de 3h. 45′ hasta el km. 26.
Ahí nos llovió como llueve junto al mar, en todos los sentidos. Empapada, pies chofchofchof, y helada. La liebre apretó un poco, creo que quizás por sufrir menos en ese rato, que nos tocó cerca del mar, y nos daba muy fuerte el viento, y me di cuenta de que ese punto más, no iba a poder con él. Así que, decidí seguir yo sola, a mi ritmo, y a llegar a meta cómoda.
Me acordé un montón de tus consejos, tus «seguimos», tu «corro sin gastar energía, como un reloj, me entretengo en contar cadencia…», y no miré el reloj hasta llegar a meta, porque iba parando en los avituallamientos y no quise saber nada de ritmos. A mi carrera, y a disfrutar de cada km que pasaba. El muro, yo, no lo vi, y, por suerte, él a mí, tampoco.
Y llegué a meta solo 5′ después, feliz, entera y ¡¡¡sonriendo!!!
Ppm super bien, 147 de media, U2.
Objetivo nº1 – disfrutar del entrenamiento.
Objetivo nº2 – llegar a meta.
Objetivo nº3 – llegar sonriendo.
Miles de gracias, Ana, por entender mis objetivos desde el primer momento y hacerlos tuyos.
Gracias por tu impecable planteamiento, tu firmeza y confianza. Gracias por todos los ¡¡¡»seguimos!!!», y por ser capaz de darle la vuelta a todas las circunstancias, y ver algo positivo en todo lo que va aconteciendo a lo largo de la preparación. Tendinitis, frío, lluvia y viento, y ¡¡¡hasta una caída!!! Me has hecho poder con todo ello e incluso encontrar su lado bueno.
¡De corredora popular a maratoniana en tres meses!
¡Estoy muy contenta!
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